octubre 23, 2015

Carta abierta a la Universitat de Barcelona

Me llega este cartel donde se promueven unas jornadas sobre chemtrails disfrazadas de "geoingeniería climática", donde la Facultad de Filosofía de la Universitat de Barcelona le abre las puertas a algunos distinguidos conspiranoicos apoyados por dos de los profesores de la propia institución. 
He enviado esta carta a la facultad. Si usted quiere hacer lo mismo y comentar su punto de vista sobre esta malversación ya no sólo del dinero y los espacios públicos, sino de la inteligencia y la razón, puede hacerlo escribiendo a la dirección de correo electrónico de la secretaría de la misma, secretariagih@ub.edu, que está publicada en su página web.


Estimados señores,

Me dirijo a ustedes respetuosamente para pedir información sobre los motivos por los cuales la digna Facultad de Filosofía, y de Geografía e Historia, ha decidido permitir el uso de sus instalaciones, que son, claro, públicas, para la promoción de una de las más bastas e irracionales teorías de la conspiración, la de los "chemtrails", disfrazada bajo el pomposo nombre de "geoingeniería climática", algo que no existe.

El propio cartel hace la acusación básica de quienes promueven esta idea: "La dispersión química deliberada a la tropósfera, cada vez más frecuente y extensa ha pasado desapercibida a la literatura científica a lo largo de los años, como señala el científico Marvin Herndon".

Ciertamente la literatura científica no ha prestado atención a esta afirmación porque sabe, perfectamente, lo que es esta imaginaria "dispersión química en la tropósfera" (que diversos teóricos de la conspiración aseguran que tiene por objeto el control de la mente, el envenenamiento masivo, la provocación de fenómenos meteorológicos y otras propuestas igualmente extravagantes).

Se trata de "contrails", estelas de condensación de agua que se forman al paso de los aviones bajo determinadas condiciones de temperatura y humedad, debidamente estudiadas y expresadas en la llamada "tabla de Appleman", que muestra cuándo y cuándo no se formarán esas largas estelas de condensación.

Algunos científicos y divulgadores han aclarado los hechos en varias ocasiones, pero por desgracia, a diferencia de algunos como los invitados de fuera de la Universitat, no se dedican a esto de tiempo completo. Aclaraciones como ésta o esta otra del blog científico colectivo Naukas.

Marvin Herndon, presentado como "científico" tiene, efectivamente, un doctorado en química nuclear, pero se ha distinguido por su proposición de hipótesis descabelladas y que no se corresponden al conocimiento: ideas que niegan la tectónica de placas, la afirmación de que el núcleo de la Tierra está compuesto de silicuros de níquel y no de una aleación hierro-níquel como lo indican las evidencias de que disponemos y otras afirmaciones extravagantes que igualmente carecen de fundamento teórico y empírico. Sus afirmaciones sobre chemtrails no son diferentes.

Los otros ponentes son dos filósofos y una activista ambiental que, aunque se presenta como "investigadora" no tiene ningún trabajo al respecto. No parecen las personas más adecuadas para presentar el tema ante el público, y resulta preocupante la ausencia de meteorólogos profesionales, geoquímicos y estudiosos que podrían arrojar la luz del conocimiento y datos sólidos y contrastables sobre las afirmaciones de personas que no ofrecen pruebas científicas de sus afirmaciones.

Como ciudadano y como convencido de que la superstición ni es una forma de conocimiento ni es tarea de las universidades (¡y menos públicas!) difundirla acríticamente. Estas jornadas equivalen a las que podrían hacerse negando el cambio climático, promoviendo el creacionismo o el negacionismo del SIDA. Espero, y pido, que la facultad y la universidad reconsideren esta actividad y, en todo caso, promuevan otras en las que los recursos de los contribuyentes sirvan para divulgar ciencia, conocimiento y datos a la población y a los universitarios, y no para promover el miedo a una superstición que a algunos les resulta una profesión conveniente.

Atentamente,
Mauricio-José Schwarz