diciembre 23, 2009

Predicciones 2010 y MOPAs inminentes

Aclaración al 27 de diciembre: A ver, todos los que se han quejado porque este año no se habían convocado las nominaciones a la MOPA, ¿qué les pasa? La primera convocatoria se hizo el 30 de septiembre vía telepatía certificada. La segunda convocatoria se envió el 20 de octubre por cuerpo astral. La tercera convocatoria se transmitió áuricamente mientras se celebraba el congreso "Ciencia (jejé) y Espíritu", usando a la propia Tere Forcades de médium involuntarium. Únicamente al ver que estaban fingiendo demencia fue que decidimos publicar la convocatoria de última hora por este terrestre, pedestre y poco espiritual medio. ¡A ver si estamos más atentos a los mensajes del cosmos, mecachis!
PREDICCIONES

Primerísimamente: Estamos en la época en que todo tipo de rascabuches, sacaplatas, abrazafarolas y desvergonzados, conocidos en los ingenuos o interesados medios de comunicación como "expertos en parapsicología", "brujos mayores", "videntes", "sensitivos", "psíquicos" y "gente con unos poderes preternaturales que se te caen los calzones" regalan al mundo sus "predicciones" para el año que comienza.

Pedimos la ayuda de los maravillosos lectores de este humildísimo blog tan denostado por los que pierden dinero cuando publicamos sus vergüenzas y desvergüenzas para recopilar las predicciones 2010 de los chupaflautas habituales.

Revise sus periódicos y revistas, escuche atentamente la televisión y la radio, y anote las predicciones de todo el mundo, que pueda encontrar, siempre que los enlaces estén en inglés, español o, ya muy forzado, en francés, que son los idiomas en los que se defiende arrinconado este bloguero.

Predicciones de santones hindúes, de videntes rusos, de astrologuetas estadounidenses, de brujillos mexicanos, de adivinadores argentinos, de clarividentes españoles, todo vale, todo.

Envíenos la predicción y, de ser posible el enlace Web a la misma con el nombre del lumbreras que la emitió, y la fuente donde la escuchó o leyó a nahual55@gmail.com que es la dirección de correo electrónico a donde habitualmente nos escriben para insultarnos a gusto los amiguitos de Jodorowsky, los fanáticos de Osho, los defensores de Íker Jiménez y fauna así. En enero publicaré en este blog las predicciones y podremos pasarnos un añito muy divertido viendo a los "maestros espirituales en contacto con las fuerzas que desafían a la ciencia" reventar como globos en una fiesta infantil.

¿Cómo me atrevo a decir esto acerca de los brujos, brujas y demás granujas adivinadores?

Hace cinco años recopilamos las predicciones que nos ofrecían estos personajes con la sana intención de festejar y promover gratuitamente con grandes titulares y profusas notas de prensa a aquéllos próceres de la profecia, los visionarios de la videncia, los adictos a la adivinación que nos señalaran el camino a seguir durante ese azaroso año.

Por desgracia, no pudimos cantar las glorias de los predictors con taxímetro, porque resultó que todos fallaron como escopetas de feria y su clarividencia fue más bien poco clara, porque ninguno atinó a ver las cosas importantes de ese año, mientras que sus más fantasiosas y prometedoras visiones resultaron nueces vanas, cartuchos sin pólvora, saliva sin sustancia.

Vamos a repetir la experiencia, confirmando y demostrando que siguen siendo unos pillos sin vergüenza, con una cara como para tallar diamantes y con una incapacidad e inutilidad tales que ojalá algunas de sus víctimas se enteren y dejen de alimentar a estas alimañas.

Dicho lo cual, cambiemos de pista.

MOPAs

Ya estamos casi listos con las MOPAs de este 2010.

Por si no lo sabe, las MOPAs son los premios de la Máxima Orden de la Parapsicología Alucinadita, que concede cada año entre aclamaciones y bajo la intensa atención de la opinión pública nada menos que la ínclita y reconocidísima Academia de Ciencias y Artes Neo-Ocultistas (ACA-NO), donde se reúnen los más famosos, ricos y galardonados soplapitos profesionales, cada uno poseedor de no menos de doce diplomas expedidos por ellos mismos que certifican su calidad de "expertos" en la panoplia de rentables delirios conocida popularmente como "el mundo del misterio".

Este año, las nominaciones a las MOPAs en las más diversas categorías surgieron solas. De todos modos, queda usted invitado a presentar también en nahual55@gmail.com sus nominaciones de última hora, in extremis y cuando el tren ya está por partir. No lo olvide, la ceremonia de las MOPAs se realiza la noche del 28 de diciembre, día del "Experto en el misterio y poseedor de poderes quetecagas", así que tiene todavía cinco laaaaargos días para proponer a sus favoritos para este premio, el genuino y verdadero Oscar del Ocultismo Oneroso. No acepte imitaciones.

diciembre 20, 2009

El riesgo de legitimar la superstición

Ahora que en Estados Unidos se está preparando la versión final de la nueva legislación de atención a la salud que pretende resolver en parte los problemas que ha planteado una sanidad privada, cara y excluyente de los más pobres, se ha levantado una peculiar voz pidiendo que, muy democráticamente, no se excluya de la atención médica alguna forma alternativa de supuesta atención a la salud. Más exactamente, la oración.

En Estados Unidos está razonablemente extendida la creencia en la "ciencia cristiana", fundada en 1866 por una señora que oía voces, Mary Baker Eddy, nativa de New Hampshire. En un resumen muy apretado, la única fuente de salud es dios, y la única forma de curar es orar intensamente para, supone uno, convencer al dios cristiano, doblegar su voluntad de tener enferma a una de sus criaturas o sobornarlo con alabanzas para que, conmovido, decida curar al enfermito. Los "christian scientists" dicen más bien que oran para espiritualizar sus pensamientos, cosa que no es muy clara, pero dicen que cura.

Una practicante de los rituales de oración de la "ciencia cristiana" es una tal Susan Breuer. Practicante profesional, se entiende, es decir, que un señor certificado por la "Iglesia de la Ciencia Cristiana" le dio la formación necesaria para curar por medio de la oración, y ella ofrece servicios de oración curativa a cambio de honorarios. Ella considera que sería injusto que la nueva ley no cubriera a quienes creen en su forma de "tratamiento médico", según informa The San Francisco Chronicle. Y, por supuesto, toda la iglesia en cuestión está de acuerdo y tiene a sus cabilderos presionando a los legisladores estadounidenses para que no "discriminen" a los electores que creen en las curaciones religiosas, legislando de modo que las aseguradoras privadas tengan la obligación de pagar las oraciones como tratamientos médicos, cubriendo los honorarios de personas como Susan Breuer.

Rápidamente se han sumado a esta idea quienes creen en las religiones de los indios norteamericanos, los que tienen clínicas "holísticas" y un montón más de interesados en cobrar, bajo la consigna de que "la atención médica no es la única forma de atención a la salud".

Si esto parece absurdo a la distancia, quizá convenga recordar que los cabilderos de la homeopatía, financiados por la multinacional Boiron, han tenido éxito en integrar a la homeopatía en los esquemas de la sanidad francesa, y están presionando fuertemente para que los tratamientos homeopáticos se acepten como válidos "porque mucha gente los quiere". Y el argumento tiene peso entre los políticos atentos a cada voto.

En realidad, todos los brujos y santeros, todos los que practican cualquier forma de supuesta curación con el adjetivo de "alternativa", desde los que imponen las manos hasta los acupunturistas, desde los que practican la medicina china con huesos de tigre hasta los que diagnostican con ayuda de los espíritus o los extraterrestres, podrían decir que, habiendo gente que prefiere sus prácticas a las de la medicina basada en evidencias, su trabajo también debía estar cubierto por la sanidad pública y privada, y la seguridad social y los seguros médicos privados deberían pagarles cuando un paciente acude a ellos.

Estrictamente, no podemos aceptar a la homeopatía y rechazar la "ciencia cristiana" sólo porque una suena más absurda que la otra, o porque una está más cerca de nuestra experiencia cultural.

Para aceptar o rechazar una práctica de supuesta atención a la salud, los legisladores no tendrían que partir de la base de cuántos votos podrían comprar con el escaso dinero de la sanidad entre creyentes de las más diversas supuestas terapias. Tampoco deberían basarse en las presiones y capacidad económica de los interesados en obtener uno u otro resultado en las votaciones que los beneficie financieramente. Ni mucho menos deben depender de los medios, las creencias populares, lo que "todo mundo sabe" y otros elementos poco útiles.

La única forma que deberían usar los legisladores para deterrminar la diferencia entre las distintas prácticas que dicen curar es someterlas exactamente al mismo criterio y a las mismas exigencias: ¿pueden probar su efectividad?

Curiosamente, la legislación sanitaria exige una enorme cantidad de requisitos (y aún así a veces son insuficientes) para permitir la venta de un medicamento, o de un aparato médico. Hay controles, comités de evaluación, expertos y estudios que deben satisfacerse. Pero esa misma legislación sanitaria permite la venta de supuestos medicamentos homeopáticos, infusiones, cristales, extractos vegetales y literalmente miles de productos sin prácticamente ningún control. Basta que los productos se presenten, por ejemplo, como "complementos alimenticios", y las leyes cerrarán los ojos a que afirmen que tienen la capacidad de curar las más diversas enfermedades. Esa misma legislación, que exige un alto nivel de conocimientos comprobables y comprobados a quienes aspiran a ejercer la medicina o incluso la fisioterapia, permite que pongan su chiringuito y su caja registradora todo tipo de pseudoterapeutas, brujos, sanadores, masajistas, quiroprácticos, acupunturistas y demás.

Esta diferencia sólo puede ir en detrimento de la salud de la población.

Si las supuestas terapias alternativas pueden curar, sólo tienen que demostrarlo. La medicina basada en evidencias no se llama así porque el nombrecito sea impresionante, sino porque, efectivamente, se basa en evidencias, en pruebas, en estudios debidamente controlados, realizados con rigor, documentados paso a paso, que nos permiten saber con certeza, por ejemplo, que los antibióticos curan las infecciones en la inmensa mayoría de los casos, e incluso explicar qué pasa cuando un antibiótico no tiene éxito e indicar el camino a seguir o los otros antibióticos que deben emplearse.

Los procedimientos para determinar la efectividad de una terapia no son caprichosos, ni exclusivos de la medicina o de la farmacobiología. Son los mismos que usamos para diseñar alas de aviones, pantallas de plasma, automóviles y edificios. Y son esos procedimientos los que deberían emplearse para determinar, sin prejuicios, si realmente la oración, el agua destilada, los colores, los cristales, las agujas, las manipulaciones vertebrales, los sahumerios, los bailes del médico brujo o los huesos de tigre curan algo o no.

Ninguno de los practicantes de estas rentables disciplinas, sin embargo, está dispuesto a someterse a estudios controlados, rigurosos e independientes. Dicen que no se puede demostrar "científicamente" que curan. Uno se pregunta, claro, cómo se puede demostrar de un modo "no científico" que realmente las personas que tienen úlceras estomacales, cáncer, esclerosis lateral múltiple, síndrome de Costello, diabetes o SIDA se curan. Es decir, si se curan se curan, punto. Si no se quiere someter esto a prueba, lo más probable es que haya gato encerrado.

Ésa es la única forma que hay de diferenciar una práctica real de una superstición.

Pero los legisladores, y esto es lo más triste, no lo saben. Y nadie se los está diciendo. Mientras las prácticas más diversas no demuestren, clara y contundentemente, que tienen una eficacia demostrable y representan un bien para los pacientes y no un riesgo, legitimarlas es legitimar la superstición, el yuyu, las creencias, bienintencionadas o no, de muchas personas cuyo bienestar es parte de la obligación que tienen quienes administran la vida pública.

(Gracias a Montserrat Redondo por llamar mi atención a los delirios de la tal Susan Bauer.)

diciembre 09, 2009

Carta abierta a Enrique Pérez Vergara "Flipy"

Actualización 16 de diciembre 16:15: Seguimos sin recibir comentarios, respuestas o insultos de parte de Cuatro, del programa "El Hormiguero", de Siete y Acción, que es la productora del programa ni de Enrique Pérez Vergara, "Flipy". Pero el Club de Amiguetes de Flipy se ha encargado de ponernos a caldo en el sitio privado de la empresa Menéame, S.L, aunque obtuvimos más de mil "meneos", lo cual no es poca cosa en un sitio donde no solemos ganar concursos de popularidad. También, esta vez, el Club de Los que No Tienen la Neurona Cautiva por la Televisión para Insuficientes hizo sonar su voz, por cierto.
Actualización 10 de diciembre 16:00: Varias cosas han pasado. No, Enrique Pérez Vergara, "Flipy" no nos ha respondido. En su defensa, sin embargo, han escrito dos presuntos lectores. Uno creyendo que yo había dicho que Pérez Vergara era "investigador" e informándome de que se trata de un comediante. Le prometí no decir su nombre para que no se rían de él en el cole. Otro escribió asegurando que "El Hormiguero" es un programa "para niños", cosa que no se justifica ni con el horario, ni con los temas ni con la publicidad del programa, lo que nos hace suponer que es un niño al que sus papás dejan ver la tele hasta tarde. De todos modos, los niños no son idiotas, y no merecerían ser tratados como lo hace el programa en cuestión.
Otro lector nos informó que había dejado el siguiente mensaje en el blog del programa "El Hormiguero":


(Haga clic en la imagen para verla más grande)
 A ver si con eso Enrique me responde a esta carta abierta. Aunque bien podría ser que lo censuren como Manel Fuentes hizo con nuestra denuncia sobre sus paranoias de la telefonía móvil.
Lo notable es que en la página donde nuestro lector dejó el enlace de este irreverente blog hay otro porrón de ejemplos de las tonterías de las que es capaz "El Hormiguero" por medio de Flipy. Allí dice que cuando el cerebro está en reposo "acumula energía", y que la energía la emite el cerebro (como si fuera una radiodifusora) en forma de ondas alfa... en fin, una explicación delirante para un aparato supuestamente coreano que es en realidad un juguete de Mattel llamado Star Wars Force Trainer que lee las ondas beta (no alfa) que el cerebro no "emite" (por eso usa sensores pegados a la cabeza), tiene una explicación no paranormal, lo puede comprar cualquiera y ciertamente no existe ninguna energía que se "acumule" cuando el cerebro está inactivo. Si no, uno sospecha que varios cráneos habrían estallado ya violentamente en el plató de "El Hormiguero" por acumulación excesiva de energía.
Finalmente, otro lector nos dice que al parecer (al parecer, es decir, a modo de rumor) Enrique Pérez Vergara, "Flipy" no es un pobre empleado que hace las bobadas que le mandan los señores de la corbatita, sino que es realmente el productor ejecutivo del programa y copropietario de la productora que lo hace. En cuyo caso, simplemente, le toca una parte mayor de la responsabilidad por las barbaridades de su sección de desinformación, bobería e irracionalidad.
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Hola, Enrique,

A lo largo de muchos años, casi tantos como tienes tú, he visto a numerosos divulgadores científicos luchar por acceder a los medios de comunicación para llegar al público masivo, ese público al que se le alimenta una televisión bobalicona y blanducha, de mínimo común denominador, lo cual no sería malo de no ser porque sólo se les alimenta esa televisión y nunca se les da la oportunidad de acceder a otras opciones.

Algunos han tenido éxito, con frecuencia empleando recursos abundantísimos, como sería el caso del cosmólogo Carl Sagan y su serie de 1980 Cosmos, que en muchas televisiones del mundo ocupó el anhelado espacio llamado prime time, esa franja entre las 20 y las 23 horas por semana en la que la publicidad se cobra a sus cuotas más altas. No sé si sabes que, sin embargo, la llegada de Sagan a los medios se debió a toda una leyenda de la televisión, Johnny Carson, que empezó a invitar a Sagan a su Tonight Show en 1973 como parte de su convicción de que la razón, la inteligencia y la ciencia eran importantes para la cultura popular. Esta poco usual concepción alcanzó uno de sus grandes momentos cuando, con ayuda del mago y promotor de la educación racional James Randi puso en absoluto ridículo al charlatán y embustero Uri Geller en un programa histórico un añito antes de que tú nacieras.

Pero la mayoría de los divulgadores científicos no tienen un éxito como el de Sagan o del propio Randi. O bien no son (somos) lo bastante mediáticos, o bien resultamos densos, o bien no somos guapos (requisito esencial en la televisión a menos que uno sea humorista o algo así, me parece) o enfrentamos a driectivos de la radio y  la televisión que al escuchar la palabra "ciencia", si bien no sacan la pistola, dejan de escuchar y proceden a mostrarnos la puerta tan pronto como pueden murmurando "le llamamos la semana que entra".

Hay grandes divulgadores, sin embargo. Y no todos son periodistas dedicados a la ciencia (aunque somos mayoría). Hay algunos científicos que quitan tiempo a su trabajo en el laboratorio, en el ordenador o en el campo para enfrentar públicos diversos y contarles historias de la ciencia, lo que significa su método, el valor del conocimiento, etc. Están, en primer lugar, los magos extremos Penn & Teller, cuyo programa Bullshit lleva siete temporadas de éxito en el canal de cable "Showtime". Hay también promotores de la razón, la ciencia y la inteligencia que usan su arte. Tim Mitchin tiene canciones como "Si abres la mente demasiado se te caerá el cerebro". Más de este lado tenemos, claro, a Ska-P y su "Casposos". Científicos como Michio Kaku, cosmólogo, o Bob Bakker, paleontólogo, se dan tiempo para explicar su trabajo. Divulgadores del nivel de sir David Attenborough, sin embargo, pese a su Premio Príncipe de Asturias nunca han tenido en España el público que tienes tú todos los días en el programa El Hormiguero de la cadena Cuatro.

Te puedo asegurar, pues, Enrique, que cualquier divulgador científico del mundo daría un riñón por tener la oportunidad que tú tienes de aprovechar un programa de televisión prime time y tus capacidades histriónicas y de comediante para llegar a un público de casi cuatro millones de personas al día. Pero te puedo asegurar también que es envidia sana.

Y sería más envidia y muy sana si tu sección no fuera tan lamentable.

Me imagino que algunas de las críticas que merece el espacio de supuesta ciencia que cubres no son aplicables realmente a ti, sino a quienes están detrás, guionistas, productores, asesores, directores y mandamases de corbatita que cobran por darle al público estupideces, pero como sus nombres no salen en ningún lugar ni dan la cara, te pido atentamente que le pases a cada uno su parte y sólo te quedes con la tuya, aún a riesgo de que te importe poco porque finalmente te estás forrando con esta barbaridad (ya vi los viejos juegos de ciencia reempaquetados con tu cara y la de Pablo Motos).

En primer lugar, para sorpresa de gente como tú y quienes perpetran, aplauden y mantienen tu espacio, los científicos son seres humanos normales, comunes y corrientes. No sufren trastornos psiquiátricos graves en mayor proporción que la población, no son caricaturas andantes, no son idiotas, no son subhumanos, no actúan como gilipollas convulsos y no viven en un mundo distinto del nuestro. Ah, y la proporción de excéntricos entre los científicos no es mayor que la proporción de excéntricos en la ingeniería, la carpintería o la conducción de camiones.

Me alarma muchísimo que esto no lo sepan quienes se encargan de guionizar tu sección, porque yo supondría que tienen algún asesor científico y éste no se comporta como un imbécil espástico al que le llamen "loco" y que babee muy contento de que lo atiendan. Más me alarma, claro, la posibilidad de que lo sepan pero les tenga totalmente sin cuidado porque lo importante es el espectáculo, y las falsas impresiones, denigración de profesiones y formas discriminatorias que utilizan para la risa fácil (recuerdo tu patética burla de los indostanos en el episodio donde te fingiste "científico indio" para desinformar sobre "los fractales", racismo puro; por cierto, los copos de nieve se aproximan a los fractales, pero no son fractales salvo en casos concretos como el copo de nieve de Koch, con lo cual me quedo con la idea de que no entendieron el artículo de Wikipedia con el que se "documentaron").

En segundo lugar, la ciencia es sin duda alguna espectacular. Pero lo que la hace interesante es que a) tiene una explicación racional y comprensible y b) sus efectos y su explicación tienen con gran frecuencia aplicaciones que cambian nuestra vida. Explicar lo que haces no tiene por qué ocupar mucho costoso tiempo de televisión dedicado a las risas y el share, es más, bien explicado puede hacer risas y ser entendible. Viendo algunas de las explicaciones que tartajeas entre los chistes de tu jefe, es evidente sin embargo que resulta imposible explicar lo que no se entiende, es decir, que ni el guión ni tú pueden decir lo que no entienden ni los guionistas ni tú. Por ejemplo, dedicar diez minutos al hielo seco sin decir explícitamente que se trata de CO2 congelado para decir en cambio la perogrullada de que tiene "muchas características", ni señalar que todos los efectos que se ven se deben a que el CO2 sólido no se funde como líquido antes de pasar al estado gaseoso, sino que se "sublima" (palabra que abre la puerta para varios chistes malos y bastos), y pasa de sólido a gas directamente, lo cual también da para algunos chistes de portería, me supongo.

Cuando afirmas que algo "abovedado" soporta mucho peso, ¿no se pueden dedicar cinco segundos a explicar por qué, qué hace una bóveda? Se dedicó más tiempo a romper bombillas, Vamos, seguro tus guionistas pueden hacer un chiste de patio escolar sobre cómo las fuerzas del peso se ven convertidas en compresión por un arco, ¿Por qué se incendia de ese modo la espuma para el pelo? ¿Ese principio se usa para algo?

No se crea que pretendo que conviertas un espacio de desmadre, destinado a vender publicidad y a demostrar tus dotes para hacer reír en una zona escolar aburrida y rígida. Soy el primero en creer que la ciencia es apasionante y divertida.

La ciencia, no lo que hacen tú y tus guionistas.

El problema, y mi tercera crítica a tu espacio de supuesta ciencia es que con cierta frecuencia incluye zarandajas de una chapucería que en nada se diferencia del tarot, la ouija o los delirios prefabricados de tu compañerito de canal Íker "Ay, ay, qué miedo" Jiménez.

Por ejemplo, cuando te acompañó el autoproclamado "científico" Gerardo Meiro, daban ganas de llorar. El tal Meiro asegura, y el programa "El Hormiguero" se lo tragó sin pestañear, que puede hacer ni más ni menos que "fusión nuclear" en un plató de televisión, se da cera jurando que es "el único científico" fuera de Estados Unidos en lograr este milagro (sólo es el primer miembro no estadounidense de un club de aficionados a hacer fusores de Farnsworth) y los tuvo mamando chocolate durante varios minutos, cuando no es tan difícil averiguar que a) Gerardo Meiro no es "científico", sino un aficionado práctico a repetir lo que otros hacen, lo cual es divertido, pero no convierte a nadie en "profesor", b) el trabajo de Meiro no tiene nada de especial ni de original, usa un fusionador que inventó Philo Farnsworth (el inventor de la televisión) en la década de 1930 y que se usa como fuente de neutrones desde entonces (vaya primicia), c) al decir que se iba a hacer "por primera vez en la televisión del mundo entero una fusión nuclear en directo" estabas pasándote tres pueblos de tres países distintos en al menos dos continentes, y sobre todo d) no era tan difícil explicar la "fusión nuclear" (hacerlo en un texto que pasa a la velocidad del rayo es inútil y en cierto modo tan tramposo como la letra pequeña de los contratos).

Podría extenderme, explicarte por ejemplo que aunque te vistas de mamarracho Sir Isaac Newton NO fue "el creador de los fluidos no newtonianos", y que ciertamente su viscosidad no "cambia con el tiempo", sino con la fuerza que se le aplica. Como diste las dos explicaciones, puedes confundir al público (cosa que quizá no te importe, claro). O decirte que tales fluidos, además de servir para hacer el chorra, tienen aplicaciones interesantes en la vida real, como en la fabricación de pinturas o las grasas de los vehículos todoterreno. O incluso que la sangre, la pintura, el shampoo y el ketchup son fluidos no-newtonianos, dato con el cual, de nuevo, tú y Motos seguramente pueden decir varias bobadas de nivel F para obtener las risas.

En resumen, que el efecto sin la explicación resulta inútil, y llamarle a eso "ciencia" es una irresponsabilidad.

Decir una estupidez tal como que Uri Geller usaba "un material con memoria" es no sólo mentir directamente, sino demostrar ignorancia, y promover la superstición en vez de combatirla. No es TAN difícil informarse sobre los sencillos trucos del israelí caradura. Llamar "efecto mariposa" a una máquina de Rube Goldberg o un adminículo de Heath Robinson es una demostración no sólo de la ignorancia del programa sobre el efecto mariposa en la teoría del caos, es un desaire a los inventores de tan simpáticos dispositivos.

Quizá se pudiera hacer un esfuerzo para pulir estos detallitos. Sería deseable porque tienes el espacio que todo divulgador científico desearía, el público y los recursos para producir demostraciones bastante espectaculares.

No sé si a tus productores, guionistas o jefes les importe. O si te importa a ti, que realmente nunca has demostrado interés en el tema, y que muy probablemente tienes este espacio por un casting sobre tus capacidades histriónicas, nada más.

Y menos aún tratándose de la cadena que adora a Íker Jiménez.

Pero al menos ahora sabes que podrías hacer una labor valiosa además de conseguir risas, euros y público haciendo lo que hasta ahora has hecho. Tres años de desperdiciar una tribuna resultan más que suficientes, creo yo.

Atentamente,
Mauricio-José Schwarz


diciembre 02, 2009

Vídeos en YouTube

Desde hoy están disponibles los primeros seis vídeos de una serie llamada "El rey va desnudo", donde presentaré argumentaciones sobre religión, racionalismo, ateísmo, creencias, paranormalides y misterios varios, aprovechando otro medio donde también se está dando el debate y donde se promueve más de un personaje de los que en este blog se sacan al balcón para que todo mundo aprecie sus miserias.

La lista de reproducción en YouTube se puede encontrar aquí.

Los primeros seis vídeos:

Los otros trajes nuevos


Con dios todo vale


La magia homeopática


El fin del silencio


La teoría de este chico, Darwin


Aborto y embarazos no deseados